Simone Biles, la atleta más condecorada de la historia de la gimnasia, fue la gran protagonista de la mañana porteña. En el marco de su visita a Argentina, tras el nombramiento de Buenos Aires como Capital Mundial del Deporte 2027, brindó una charla titulada “El poder de creer” en la sede del Gobierno de la Ciudad. Entre los presentes estuvo Edinson Cavani, figura de Boca, quien aprovechó la ocasión para regalarle una camiseta del club autografiada.
A sus 38 años, el uruguayo atraviesa días claves en su recuperación física, intenta dejar atrás una distensión muscular que lo marginó de las últimas fechas y ahora sufre una sobrecarga que pone en duda su participación frente a Barracas Central, este sábado. Mientras el plantel entrena en La Bombonera bajo la mirada de Claudio Úbeda, “Matador” continúa su puesta a punto para intentar volver al once inicial.
Biles, en tanto, concentró todas las miradas durante su breve pero intensa estadía. Su historia de vida y superación la convirtieron en un símbolo más allá del deporte. La gimnasta de 28 años volvió a la cima en los Juegos Olímpicos de París 2024, tres años después de haberse retirado en Tokio por una profunda crisis de salud mental y luego de denunciar los abusos sufridos por parte de Larry Nassar, exmédico del equipo olímpico estadounidense.
Aquella decisión (priorizar su bienestar por encima de la competencia) marcó un antes y un después en el deporte mundial. Desde entonces, Biles se transformó en una voz imprescindible para visibilizar la salud mental de los atletas y acompañar a otras víctimas de abuso.
Su encuentro con Cavani, en una jornada dedicada a la resiliencia y la fuerza interior, simbolizó dos trayectorias distintas unidas por una misma premisa: la de seguir creyendo.